jueves, 2 de agosto de 2012








LA DÉCADA DEL SETENTA

Cuando correr era algo más que ganar.


     La Historia de la Fórmula Uno siempre estuvo rodeada de cierto Glam que la llevó a ser un deporte atractivo más allá de la velocidad y el campeonato del mundo de conductores y constructores.

     La década del setenta fue un impulso muy glamoroso para la categoría .La publicidad, los avances tecnológicos, aerodinámicos. El efecto-suelo, el nacimiento de la era turbo y el cambio de imágen que los pilotos cultivaban.

     J. Stewart fue el primer piloto en hacer de su imágen un negocio. El pelo largo, patillas generosas, publicidad por doquier. Los autos parecían Marquillas de cigarrillos con ruedas. Lotus dió el primer paso. El legendario modelo 49-Ford abandonó el clásico color verde-amarillo por el rojo-dorado-blanco de la tabacalera Gold Leaf.

     Tal vez J. Hunt, campeón mundial 1976 haya sido el play boy del volante mejor delineado del momento. Era común verlo fumando, rodeado del jet set local, pelo largo y un aire despreocupado. Imagen hoy difícil de conseguir.

     Personalmente la Fórmula uno de la década del setenta la viví intensamente. Fui seguidor incondicional de Carlos Reutemann. Piloto meticuloso, cerebral, el mejor largador de su momento

     Auténtico caballero del volante. Cualidad muy difícil de encontrar hoy en día . Aún recuerdo mi primer Gran Premio como espectador. Tenía diez años de edad , estaba frente a un televisor a válvula blanco y negro. Corría mil novecientos setenta y cuatro. Gran Premio de Argentina.

     Ganador D. Hulme, con McLaren. El Lole estaba ganado pero lamentablemente se quedo sin combustible .La imagen del Brabham BT44-Ford  número siete con la toma de aire caída fue muy desagradable. Solo le faltó un título mundial para rubricar una ejemplar campaña.

     Pienso en aquellos autos donde existía pedal de embrague, no había telemetría ni tantos avances en la informática como en la actualidad.

     Ver manejar a N. Lauda, M. Andretti, R .Peterson, G. Villeneuve, R.Arnoux. D. Pironí, C.Reutemann, J.Hunt ó E. Fittipaldi era apreciar el sentido del manejo en un punto sublime.

     Todos ellos eran potenciales ganadores de un Grand Prix. Recuerdo temporadas emblemáticas como la de 1976 con el Tyrrell de seis ruedas o la de 1978 con Carlos Reutemann experimentando con las cubiertas radiales Michelin en Ferrari. De hecho dió a dichas cubiertas su primer victoria en GP Brasil con casi un minuto de ventaja sobre el segundo E. Fittipaldi con el Copersucar.

     No todo tiempo pasado fue mejor, pero la década del setenta dio un impulso a la categoría único. Ver esos coches con esas tomas de aire por encima de la cabeza del piloto, generaban en el espectador un aire muy expresionista en los vehículos.

     La década del setenta dejó este saldo de campeones. J Rindt (1970), J Stewart (1971-1973), E.Fittipaldi (1972-1974), N. Lauda( 1975-1977), J.Hunt (1976) J.Scheckter (1979) M.Andretti (1978) y A.jones (1980).

     Estos protagonistas no necesitan presentación. Memorables victorias y glam definieron tal vez la década más heróica de la historia de la Fórmula Uno.


Rodolfo de Liechtenstein
Arquitecto


http://formulaunoreflexiones.blogspot.com/


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